Lejos del avistaje de ballenas o del deambular de los turistas por el centro de Puerto Madryn, hay otra Península de Valdés que sufre la invasión de plástico en sus cientos de kilómetros de playas vírgenes, sólo habitadas por elefantes marinos y pingüinos. Allí se ve a los animales deambular entre gran cantidad de deshechos que son escupidos por el mar.
En la arena, en la que no se ven pisadas humanas, si está repleta de cajones, baldes y restos de redes de pesca que arrojan desde los cientos de barcos que recorren el Océano Atlántico en busca del preciado langostino o calamar patagónico.
Casi todo contaminado
Al menos el 80% de las playas de Puerto Pirámides, en la costa de la Península Valdés, está contaminada con residuos de la industria pesquera, según pudo constatarse durante una recorrida de 8 kilómetros que realizaron especialistas del Ministerio de Ambiente de Nación y de la provincia de Chubut, según informó el subsecretario de Conservación y Áreas Protegidas de la provincia, Sergio Paul Casin.
En ese sentido, desde la organización patagónica Playas limpias explicaron que “las autoridades solo recorrieron una pequeña porción de los cientos de kilómetros que tienen las costas de la península. Lo que vieron en Pirámides se repite en el resto de los sitios menos visitados”.
La Península Valdés es un accidente costero sobre el mar Argentino, en la provincia del Chubut. Desde 1999, es Patrimonio de la Humanidad declarado por la Unesco en Argentina. Asimismo, recibe la mayor población reproductora de ballenas francas australes y contiene numerosas reservas naturales.
Casin recorrió las costas junto con autoridades del Ministerio de Ambiente de la Nación, que se constituyeron en la zona para constatar la veracidad de las imágenes y videos en los que se observa a elefantes marinos tratando de llegar al mar entre cajones de plástico.
Alejandro Ferro es un habitante de Valdés, nacido y criado. Administra un campo que es de su familia desde su bisabuelo. Sus tierras dan al mar y allí muchas veces se encuentra con animales en malas condiciones. “Muchas veces me topé con un elefante marino atrapado en parte de una red de pesca –enfatizó en diálogo con Infobae-. Si le hacemos una autopsia a un pingüino muerto vamos a descubrir gran cantidad de plástico en su organismo”.
Playas de plástico
Las fotos que se viralizaron en las redes sociales corresponden a una playa de difícil acceso ubicada en mar abierto en el sur de la península y muy cerca de Morro Nuevo. Es la zona elegida por los elefantes marinos para aparearse y parir sus nuevas crías. Allí estaban a la espera, entre un poco de arena y cientos de toneladas de plástico cuando fueron retratados por habitantes de la Península Valdés.