En medio de la expansión mundial del coronavirus, la economía de China volvió a las tasas de crecimiento prepandémicas en el cuarto trimestre cuando sus motores industriales se encendieron para satisfacer la creciente demanda de exportaciones, empujando la expansión de todo el año más allá de las estimaciones e impulsando su avance global. En este marco, el Producto Bruto Interno (PBI) subió un 6,5% en el último trimestre respecto al año anterior.
Eso deja a la segunda economía más grande del mundo impulsando el crecimiento global y potencialmente sobrepasando a Estados Unidos antes de lo esperado. El crecimiento se aceleró a medida que las fábricas del país se activaban para satisfacer la demanda de equipos médicos y dispositivos para el trabajo desde el hogar en una bonanza de exportación que vio enviar 224 mil millones de máscaras de marzo a diciembre, casi 40 por cada hombre, mujer y niño del planeta fuera del gigante asiático.
Si bien la reactivación convierte a China en la única gran economía mundial que se expandió el año pasado, no fue sin costo a medida que empeoraron los desequilibrios a largo plazo. El consumo quedó rezagado en la industria a medida que los trabajadores se apretaban el cinturón y aumentaban las desigualdades de ingresos, como ha sucedido en otras partes del mundo.
El estímulo para respaldar la economía durante la pandemia ha ido acompañado de un aumento de la deuda que las autoridades ahora están tratando de frenar a medida que se afianza la recuperación. Según Bloomberg, en una reunión de diciembre para establecer objetivos económicos para 2021, el gobernante Partido Comunista señaló que el estímulo se retiraría gradualmente, aunque evitaría cualquier «giro brusco» en la política. Salir de la pandemia más grande que cuando comenzó es el punto culminante de un año dramático para la segunda economía más grande del mundo, que comenzó 2020 con una caída histórica en el primer trimestre cuando los bloqueos del coronavirus detuvieron la mayor parte de la actividad.
Aunque el crecimiento anual de China fue el más lento en cuatro décadas, una contracción global de la producción significa que Pekín aumentó su participación en la economía mundial al ritmo más rápido registrado, según estimaciones del Banco Mundial. Además, de acuerdo a las proyecciones del Fondo Monetario Internacional, China superará ahora a Estados Unidos en 2028, dos años antes de lo previsto.
Asimismo, los economistas esperan que el PBI de China se expanda un 8,2% este año y continúe superando a sus pares globales incluso cuando comienzan a recuperarse debido al lanzamiento de vacunas. El crecimiento de este año dependerá de si Pekín puede prevenir un resurgimiento a gran escala de infecciones por virus y de si puede pasar el testigo del gasto de los gobiernos locales y las grandes empresas estatales a los consumidores y las empresas privadas.