La urgente internación por un cuadro de dolor abdominal amenaza con extender aún más la estancia del expresidente en Orlando y eso le genera un gran dolor de cabeza al mandatario norteamericano.
Joe Biden comenzó a mirar de reojo la incómoda presencia de Jair Bolsonaro en la Florida. Mientras el gobierno brasileño habló este lunes por primera vez sobre la posibilidad de pedir su extradición, la estancia del expresidente en la ciudad de Orlando amenaza con extenderse más de la cuenta y generar una inesperada tensión en la Casa Blanca.
Su urgente internación de este lunes por un cuadro de fuerte dolor abdominal abrió un interrogante sobre la extensión del viaje del exmandatario al corazón del estado republicano iniciado dos días antes de la toma de posesión de Luiz Lula da Silva. El flamante presidente brasileño considera a Bolsonaro el responsable ideológico del frustrado intento de golpe.
“Su presencia en Florida probablemente ya es un dolor de cabeza para Biden”, dijo a TN la subdirectora para América Latina y el Caribe del Crisis Group, la analista colombiana Renata Segura.
Varios congresistas demócratas exigieron la salida de Jair Bolsonaro del país
La elección de la Florida no es casualidad. El estado es gobernado por un dirigente del ala dura republicana, Ron DeSantis. Pero además es el lugar de residencia de su “mentor” político, el expresidente estadounidense Donald Trump.
Tras el intento golpista del domingo en Brasilia, varios congresistas demócratas exigieron a Biden que expulse a Bolsonaro del país.
“Estados Unidos debe dejar de otorgar refugio a Bolsonaro en Florida”, dijo en sus redes sociales la congresista demócrata por Nueva York, Alexandria Ocasio-Cortez. A su pedido se sumó su par texano Joaquín Castro: “Bolsonaro no debe recibir refugio en Florida, donde se ha estado escondiendo de la rendición de cuentas por sus crímenes”, afirmó.
Pero hubo más reclamos. El congresista de California Mark Takano fue tajante: “A Jair Bolsonaro no se le debería permitir refugiarse en Estados Unidos”.
Biden se ha mantenido en silencio sobre la presencia de Bolsonaro en la Florida, aunque respaldo a Lula de forma “inquebrantable” y lo invitó a visitar la Casa Blanca en febrero.