«Hey, Mister DJ!», cantaba Madonna 22 años atrás, y así le pedía a un Señor DJ que pusiera un disco para poder bailar, en aquella canción que le dio nombre a su álbum “Music” y que, efectivamente, hizo bailar al mundo. Un mundo diferente al actual: eran pocas las mujeres al comando de una cabina de Dj.
En aquel momento, ya venían abriéndose paso las deejays argentinas.
Es una noche de comienzos de los años 90: en la pista de Casa Suiza hay cerca de 3 mil personas, y en la cabina, está Carla Tintoré. Son los inicios de quien será una precursora de la música electrónica de nuestro país. “Puse ‘Sweet Dreams’, de Eurythmics, y estaba la barra brava de Excursionistas. Toda la barra empezó a cantar y yo no entendía si estaban enojados o si les había gustado”, recuerda en una entrevista con la Revista Almagro. “Te juro que la púa, el brazo, la mano, me temblaron como nunca para volver a picar otro tema. Al final puse un corte de INXS y chau, se re engancharon, todo bien. Pero me temblaba todo. Por suerte lo superamos y no me pasó más, no me tembló más el pulso”.
Lo que siguió fue su enorme aporte al movimiento house y techno de Argentina, agitar las principales pistas locales y de otros países del mundo, y un camino en la música que continúa hasta la actualidad. Camino que tomaron también otras artistas a fines de los 90 y principios de 2000: