Ascenso y auge del peronismo (1943-1955).
No se habían cumplido cinco años desde que había asumido Juan Perón la presidencia de la república, aquel 4 de junio de 1946, cuando comenzó a gestarse una inédita movilización popular para imponer el cargo de la vicepresidencia del próximo período, descontando un segundo mandato de Perón.
Los que de inmediato se movilizaron con mayor ímpetu, ya hacia febrero de 1951, cuando todavía faltaban nueve meses para las elecciones presidenciales, fueron los sindicatos.
La CGT hizo un planteo oficial a Perón para proclamar la candidatura de Evita a la vicepresidencia de la nación: la fórmula buscada era nada menos que Perón-Perón.
El Partido Peronista Femenino (las mujeres votarían por primera vez en la historia del país) y centenares de agrupaciones políticas se sumaron al pedido cegetist
La respuesta evasiva, por cierto, fue que era muy temprano para anuncios oficiales, por lo que se llamó a esperar hasta último momento para las proclamaciones.
El 22 agosto, recién conocida la fórmula radical competidora, sería el gran día. Centenares de miles de personas se congregaron en el Ministerio de Obras Públicas, frente de un balcón ministerial del cual colgaba un cartel que rezaba: “Juan Domingo Perón-Eva Perón – 1952-1958, la fórmula de la patria”.
Finalmente, Eva salió al balcón y habló ante la multitud, pero lejos de confirmar lo que todos buscaban escuchar, pidió algunos días para decidir una cuestión tan importante.
En verdad, los recelos de importantes sectores de la alianza gobernante –entre ellas nada menos que las Fuerzas Armadas-, coincidían con Perón en que aquella fórmula no era la mejor opción para gobernar por aquellos años.
A pesar de horas de vigilia no se volvió a escuchar a Evita, ni la semana siguiente.
Recién nueve días después por radiodifusión, anunció su “irrevocable decisión”: renunciaba al honor que los trabajadores y el pueblo de su patria quisieron conferirle. Quien reemplazó su candidatura, por decisión de Perón, fue el viejo radical antipersonalista Hortensio Quijano, quien falleció a causa de un cáncer antes de asumir el cargo.
Perón asumió su segundo mandato presidencial sin compañero de fórmula.
«Compañeros, quiero comunicar al Pueblo Argentino mi decisión irrevocable y definitiva de renunciar al honor con que los trabajadores y el pueblo de mi patria quisieron honrarme en el histórico cabildo abierto del 22 de agosto.
Mi decisión irrevocable y definitiva, presentada ya ante el Consejo Superior del Partido Peronista y en presencia de nuestro jefe supremo el general Perón.Ahora quiero que el Pueblo Argentino conozca por mí misma las razones de mi renuncia indeclinable.
En primer lugar y poniendo estas palabras bajo la invocación de mi dignidad de mujer argentina y peronista y de mi amor por la causa de Perón, de mi patria y de mi pueblo, declaro que esta determinación surge de lo más íntimo de mi conciencia, no tengo en éstos momentos más que una sola ambición.
Una sola y gran ambición personal: que de mí se diga cuando se escriba este capítulo maravilloso que la historia seguramente dedicará a Perón, que hubo al lado de Perón una mujer que se dedicó a llevarle al presidente las esperanzas del pueblo, que Perón convertía en hermosas realidades y que a esta mujer el pueblo la llamaba cariñosamente Evita.
Nada más que eso. Evita quería ser cuando me decidí a luchar codo a codo con los trabajadores y puse mi corazón al servicio de los pobres, llevando siempre como única bandera el nombre del general Perón a todas partes.
Yo sé que cada uno de los descamisados que me quiere de verdad, ha de querer también que nadie tenga el derecho a descreer de mis palabras y ahora, después de esto, nadie que no sea un malvado podrá dudar de la honradez, de la lealtad y de la sinceridad de mi conducta. Estoy segura que el Pueblo Argentino y el Movimiento Peronista que me lleva en su corazón, que me quiere y que me comprende, acepta mi decisión porque es irrevocable y nace de mi corazón. Por eso ella es inquebrantable, indeclinable y por eso me siento inmensamente feliz y a todos les dejo mi corazón.