Este martes todas las empresas encargadas de la distribución del gas en garrafa adherirán a un paro a nivel nacional debido al precio desactualizado y la falta de un subsidio estatal. “La solución llegará con la actualización de precios contemplando los costos que cada etapa presenta”, aseguró Pedro Cascales, presidente de la Cámara de Empresas Argentinas de Gas Licuado (CEGLA).
Aunque el organismo que es comandado por Cascales se encarga del fraccionado del gas realizará actividades, también acompañarán a las movilizaciones que se desarrollarán en varias ciudades del país. El mismo se debe a los problemas relacionados al precio y la distribución del gas en garrafas.
El monto del producto sufre un atraso significativo, el cual debe ser autorizado por la Secretaría de Energía de manera semestral y que en el último periodo no se está cumpliendo. Por ello, el sector de distribución no podrá continuar su trabajo, ya que registraron pérdidas económicas importantes.
Además, otro de los motivos consiste en la discontinuidad de la asistencia económica transitoria que comenzó el año pasado pero que, a partir de marzo de este año el estado adeuda dicha ayuda. En este sentido, aunque semanas atrás se firmaron resoluciones que habilitaron estos pagos, aún ningún sector de la industria recibió la ayuda.
Debido a la combinación de estos problemas, se llegó a la segunda medida de fuerza de las distribuidoras de gas en garrafa, que buscan la actualización de los precios para que el negocio sea viable. Con respecto a la reanudación del subsidio, el cual consiste en la paga del 20% del valor de venta de cada etapa, se suma el resultado de las negociaciones paritarias donde se actualizaron los valores de los sueldos de los trabajadores debido a la crisis inflacionaria. “Todo esto generó un combo que si la Secretaría de Energía no actúa no se podrá seguir operando”, consideró Cascales.
Aun así, aunque la Secretaría de Energía argumente que no podrá subir el precio de la garrafa por razones sociales, el funcionario explicó que una parte de la población cuenta con la asistencia para el gas de alrededor de $550 a través de la Tarjeta Alimentar, el cual se tendría que actualizar si el monto del gas en garrafa lo hace.
Por ello, Cascales consideró que esto podría tener un impacto en la crisis inflacionaria, y debe ser uno de los motivos para no subirlo. Aun así, al comparar el monto de la ayuda social con otros subsidios, se puede ver que se trata de una cantidad mucho menor con respecto a las demás asistencias.
Por otro lado, la logística dentro del país también se complejizó, de modo que traer el gas de la principal zona de distribución que es Bahía Blanca a Misiones cuesta más de $180 por garrafa, mientras que el costo de producción es de otros $180. De esta manera, el producto que cuesta $360 tiene una autorización a ser vendido a aproximadamente $343. “Solamente transportar el gas nos cuesta más de lo que la Secretaría de Energía nos autoriza a vender”, sostuvo Cascales.
Para terminar, el representante del sector comentó que el área de distribución también sufre esta disparidad de precios, ya que no llegan a cubrir los costos operativos debido a la logística y el costo laboral que presentan. “Las dos etapas del gas, personal y distribución, están con quebranto operativo”, concluyó.