En la noche del lunes el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, propuso que uno de los protocolos sanitarios para las fiestas de fin de año sea «una especie de cuarentena previa» en caso de reunirse con familiares mayores de 60 años. Durante su discurso especificó que en el distrito no hubo «ni el desastre sanitario ni alimentario que ocurrió en otras provincias y países».
«Agregamos un tema al protocolo. Si uno ya sabe que se va a reunir con parientes de más de 60 años, que es población de riesgo», señaló el gobernador, en declaraciones con el canal de noticias C5N. En este sentido, la máxima autoridad provincial ratificó en su discurso «que los catorce días previos evite tener todo tipo de reuniones como para no contagiarse».
Kicillof, quien se encuentra aislado tras haber sido contacto estrecho de un caso confirmado de coronavirus, agregó: «Una especie de cuarentena previa que nos permita llegar sanos a Navidad y Año Nuevo». «Son importante esos 14 días previos para tener fiestas cuidadas y seguras. Cosa de no ir contagiado y que se produzca una tragedia como ya pasó con ese baby shower en Necochea», subrayó. También remarcó el pedido de que «las reuniones se hagan en exteriores y tener cuidados especiales».
En otras declaraciones, durante el diálogo con el periodista Gustavo Sylvestre, el encargado del Poder Ejecutivo local expresó que si su gestión se hubiese manejado por las «manos invisibles del mercado, hubiéramos tenido realmente un desastre». «No se produjo ni el desastre alimentario ni el desastre sanitario que esperaban otras provincias y otros países», declaró.
Por otro parte, el dirigente se refirió al plan de vacunación para la provincia de Buenos Aires e indicó que espera que «a fin de diciembre o principios de enero empiecen a llegar las vacunas a la provincia». «Son casi 12 millones de bonaerenses para vacunar e implica un despliegue territorial inmenso», sostuvo la autoridad, quien confirmó que se prevé vacunas a dos millones de personas por mes.