La vía Apia empezaba su tramo costero en Tarracina. Los Romanos la hicieron más recta, es decir, la enderezaron con gigantescos cortes que hoy en día forman acantilados. Desde allí, un camino salía hacia el norte y la ciudad de Capua, donde en ese entonces concluía.
El itinerario común era Ariccia, Tres Tabernas, Appii Forum, Tarracina, Fundi, Formiae, Minturnae (Minturno), Sinuessa (Mondragone), Casilinum y Capua, aunque algunas de estas colonias se añadieron después de las guerras samnitas. La longitud de la vía era de 212km. La ruta original no tenía ningún adoquín, ya que en ese entonces no era muy común usarlos. Algunos sobrevivieron desde aquellos tiempos hasta el día de hoy, incluyendo el primer adoquín cerca de la porta Appia.
La vía consiguió su propósito. El resultado de la tercera guerra samnita fué al final favorable a Roma. En una serie de golpes de mano, los romanos cambiaron su suerte, obligando a Etruria a pactar en el año 311 ac , el mismo año de su revuelta, y Samnio en el 304 ac. La vía fué el factor que les permitió concentrar sus fuerzas lo suficientemente rápido y mantenerles adecuadamente provistos para convertirse en un oponente formidable.
La tercera guerra samnita (289-290 ac.) quizá tiene el nombre equivocado. Fue un intento generalizado de todos los vecinos de Roma: itálicos, etruscos y galos, de contrarrestar el poder de Roma. Los samnitas fueron el pueblo que lideró la conspiración. Roma infligió un golpe decisivo a los norteños en la batalla de Sentinum en Umbría en el año 295 ac. Los samnitas lucharon solos.
Roma entonces colocó 13 colonias en la Campania y en Samnio. Debió de ser en esta época cuando extendieron la vía Apia 57 km más allá de Capua, después de las horcas caudinas hasta un lugar que los samnitas llamaban Maloenton, «paso de las multitudes». El itinerario añadió Calatia, Caudium y Benevento (aún no llamado de esa manera). Aquí acabó también la vía Latina.