El acuerdo de la deuda bajo ley extranjera no ha logrado aliviar las fuertes presiones cambiarias, ya que los desajustes de la macro, provocados principalmente por los efectos de la pandemia y las medidas para mitigarla, alimentan las expectativas de devaluación, amplían la brecha cambiaria y exacerban la demanda de divisas, encendiendo las luces de alarma en las reservas del BCRA.
Desde el 4 de agosto pasado, fecha en la que el Ministerio de Economía dio a conocer el “deal” con los grandes grupos de acreedores, el dólar “contado con liqui” acumula una suba superior a los $12 (+10%), hasta alcanzar este miércoles los $131, llevando la brecha cambiaria del 64,2% inicial al 78,6% actual
En ese lapso, el dólar blue, que llegó a caer a $128 a principios de mes, se mantuvo firme por encima de los $130, manteniendo una brecha superior al 80%.
Mientras tanto, en el mercado oficial, el Banco Central lleva vendidos más de u$s550 millones en lo que va de agosto, con una compra “hormiga” por parte de ahorristas que crece día a día, al tiempo que se van agotando los dólares de la cosecha gruesa, presionando al nivel neto de reservas internacionales, que perforó este mes la cota de los u$s10.000 millones. Analistas y operadores señalan sus preocupaciones en torno a la caída de los activos del BCRA, pero también se inquietan por eventuales nuevos controles cambiarios, que podrían condicionar la recuperación económica tras la pandemia.
En ese sentido, hoy el mercado pone el foco en al menos seis variables para intentar dilucidar la dinámica que pueden cobrar, tanto el tipo de cambio oficial, como los alternativos (CCL, MEP, blue).