Miles de personas hacían largas colas esta mañana a lo largo de las orillas del río Támesis para despedir a la reina Isabel II, cuyo féretro llegó la noche del miércoles a Londres desde Escocia y recién podrá ser visitado por los ciudadanos a partir de las 17 hora local (las 13 en la Argentina).
Los restos de la reina fallecida el jueves pasado a los 96 años fueron trasladados al Palacio de Buckingham y luego serán llevados en procesión a Westminster Hall, la parte más antigua del edificio que acoge al Parlamento británico, donde se establecerá la capilla ardiente.
Los príncipes Guillermo y Enrique caminarán entonces junto con el rey Carlos III detrás del ataúd, que será transportado en un carro de armas
Allí sus restos descansarán durante seis días antes de su funeral, que se llevará a cabo el lunes próximo en la Abadía de Westminster.
El Gobierno británico dio a conocer el itinerario que seguirán las personas que hacen cola desde temprano para saludar a la reina en el Westminster Hall del Parlamento una vez que se habilite la capilla ardiente: la trayectoria comenzará en Albert Embankment, cerca del puente de Lambeth, y podría llegar hasta Southwark Park, en el sureste de Londres.
Mientras tanto, el ataúd de la reina permanecía esta mañana en el Palacio de Buckingham antes de la procesión que se hará por el centro de Londres hasta llegar al Palacio de Westminster a partir de las 13 (las 9 en la Argentina).
Los príncipes Guillermo y Enrique caminarán entonces junto con el rey Carlos III detrás del ataúd, que será transportado en un carro de armas.