La justicia británica analiza actualmente si debe o no acceder a la petición de extradición a ese país del australiano, que se encuentra en una cárcel de alta seguridad londinense.
La decisión sobre la extradición a Estados Unidos por presuntos cargos de espionaje del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, se conocerá después de las elecciones presidenciales en ese país, afirmó hoy la jueza británica a cargo del caso.
El periodista se enfrenta a 18 cargos en Estados Unidos relacionados con la publicación por WikiLeaks, a partir de 2010, de cientos de miles de documentos secretos que dejaron al descubierto, entre otras cosas, sus acciones militares -incluidas muertes de civiles, torturas y otros abusos- en Afganistán e Irak.
La justicia británica analiza actualmente si debe o no acceder a la petición de extradición a ese país del australiano, de 49 años, que se encuentra en una cárcel de alta seguridad londinense tras ser arrestado en la embajada de Ecuador.
El periodista se enfrenta a 18 cargos en Estados Unidos relacionados con la publicación por WikiLeaks, a partir de 2010, de cientos de miles de documentos secretos que dejaron al descubierto
La presentación de pruebas en este juicio, iniciado el 7 de septiembre, finalizan la próxima semana, pero la jueza Vanessa Baraitser accedió el viernes a dar más tiempo al abogado de Assange para preparar sus alegatos finales.
«Probablemente mi decisión llegue después de las elecciones en Estados Unidos», reconoció la magistrada, al otorgar cuatro semanas a la defensa para preparar sus alegatos y dos más a los representantes legales del gobierno estadounidense.
«Parece poco probable que podamos obtener un veredicto antes del 4 de noviembre», fecha de las presidenciales, subrayó el abogado de Assange, Edward Fitzgerald, citado por la agencia de noticias AFP.
«Parece poco probable que podamos obtener un veredicto antes del 4 de noviembre», fecha de las presidenciales, subrayó el abogado de Assange
Los defensores del australiano afirman que el intento de extraditar y juzgar a su cliente en Estados Unidos tiene motivaciones políticas y es impulsado por el presidente Donald Trump.
Washington afirma que Assange ayudó a la analista de inteligencia Chelsea Manning a robar los documentos confidenciales y le reprocha haber expuesto después a los ojos de todo el mundo el nombre de sus informantes, poniendo la vida de estos en peligro.
En Estados Unidos, el fundador de WikiLeaks podría exponerse a una pena máxima de 175 años de cárcel.