Cuando arrancó el 2020, Franco Masini tenía muy en claro cómo sería su año: primero terminaría con las grabaciones de Riviera, la serie protagonizada por Julia Stiles, Ruper Graves y Poppy Delavigne que lo llevó a trabajar en Venecia, Niza, Cannes y Saint Tropez. Después viajaría a México, en donde sería parte del elenco de una tira internacional de la cual no puede revelar nada. Sin embargo, a los pocos días de pisar suelo azteca, el coronavirus comenzó a avanzar por Latinoamérica y se vio obligado a regresar a la Argentina, poniendo en pausa todos los proyectos programados.
De nuevo en su departamento, parado solo frente a esta nueva realidad, su carrera musical tomó un protagonismo que no iba a tener este año. «Empecé a componer y a escribir. Aprendí a cocinar e hice un montón de cosas que a veces uno posterga porque no tiene tiempo para sí mismo. Fueron meses de conectar conmigo y eso me llevó para el lado de la música», Hay momentos en que uno se frustra porque no sabe cuándo va a terminar todo, esa incertidumbre constante de no saber nada y no poder planear, de vivir el día a día. Pero también estoy contento, porque la cuarentena me sirvió para hacer estas canciones que hoy salen a la luz».
Dentro de este contexto nace Náufrago, un EP compuesto de cuatro canciones que hace referencia a esta sensación de estar a la deriva, de vivir con la incertidumbre de no saber que pasa y encontrarse sin rumbo. «Formas», el sencillo que salió a la luz la semana pasada, es la primera entrega de este trabajo que el cantante terminará de presentar en los próximos días. «Es una canción que habla de una dualidad con uno mismo. Creo que todos tenemos una especie de luz y de sombra, actitudes positivas y actitudes negativas. Este tema habla un poco de cambiar nuestra parte más oscura, esas cuestiones que están pero que uno desconoce. En mi caso, durante el aislamiento, puse cámara lenta para entender mejor qué son esas cosas»