El empresario Elon Musk se convirtió este mes en la persona más rica del mundo al poner patas arriba la industria automotriz mundial e interrumpir a los pesos pesados aeroespaciales con cohetes reutilizables. Ahora está poniendo su mirada en otro negocio dominado por operadores establecidos: las telecomunicaciones. Starlink es un proyecto de satélites que busca crear una red global de internet de banda ancha y alta velocidad a los lugares donde el acceso ha sido difícil, caro o totalmente ausente.
La primera vez que el reconocido emprendedor habló sobre este proyecto fue en el 2015. En ese entonces señaló que una constelación de naves espaciales en órbita terrestre baja podría proporcionar velocidades de datos mucho más altas con mucho menos retraso en comparación con los proveedores de servicios de Internet satelital tradicionales. Desde entonces SpaceX, la compañía de Musk, ha obtenido permiso de la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos para desplegar casi 12.000 satélites del tamaño de un escritorio hasta mediados de 2027.
En este contexto, SpaceX ha lanzado más de 1,000 satélites para su servicio de Internet y está registrando clientes tempranos en los Estados Unidos, Reino Unido y Canadá. La compañía ha dicho a los inversores que Starlink está buscando una parte de un mercado de $ 1 billón compuesto por Internet a bordo, servicios marítimos, demanda en China e India.
No obstante, Starlink se enfrentará a mucha competencia, informó Bloomberg. Si bien el cable de fibra óptica se considera demasiado costoso para instalarlo en regiones remotas y muchas ubicaciones rurales, se espera que la conectividad celular haga grandes avances con 5G y luego con 6G. Mientras tanto, otras compañías adineradas como Facebook están desarrollando una serie de intentos innovadores para extender la telefonía celular a áreas sin servicio.
La empresa SpaceX principalmente conocida por lanzar cohetes para operadores de satélites globales, el ejército de los Estados Unidos y la NASA. El año pasado, la firma hizo historia al convertirse en la primera empresa privada en transportar astronautas a la Estación Espacial Internacional. A su vez, Starlink marca la primera incursión de la compañía de Musk en un producto verdaderamente orientado al consumidor.
Mantener un servicio sólido mientras aumenta la base de clientes es algo que SpaceX nunca antes había intentado. «A medida que lancemos más satélites, instalemos más estaciones terrestres y mejoremos nuestro software de red, la velocidad de datos, la latencia y el tiempo de actividad mejorarán drásticamente», aseguró Kate Tice, ingeniera senior de SpaceX. Por este motivo, Starlink se está preparando para un gran 2021, contratando ingenieros de software, gerentes de atención al cliente, un director de ventas y un gerente para hacer su lanzamiento al mundo.