En el Día de las Infancias, cinco títulos para niños y jóvenes anticipan solo una muestra del vibrante abanico editorial de la producción de libros infantiles y juveniles, con obras que interpelan a partir de textos que no subestiman a los lectores, con miradas comprometidas con sus tiempos, o libros donde la integración entre las palabras y las imágenes movilizan fibras imperfectas, sensibles y frescas sobre la naturaleza humana.
«Romeo y Julieta y yo»
La novela «Romeo y Julieta y yo», de la psicoanalista y escritora Paula Prengler, tiene como protagonista a Nati, una adolescente de 14 años que está pasando tiempos complejos: si la adolescencia es «una etapa de porquería», como dice Nati cuando una profesora la expone en clase por tener la cabeza en otro lado, a la de ella se le suma la incertidumbre y la angustia de ver a su mamá cada día más enferma, mientras su papá tiene planes para radicarse con ella en otro país y lidia como puede con los menús de cada noche: huevos en sus distintas presentaciones. Pero lejos del drama, Nati está llena de vitalidad, elocuencia y rebeldía.
La novela toma como disparador una escena tensa que tiene Nati con su profesora, por lo que termina siendo obligada a leer «Romeo y Julieta» para dar una lección en tiempo récord, y aunque está muy molesta con la exigencia, Nati se refugia en las páginas de esa obra clásica. A medida que avanza, la lectura la interpela desde una mirada crítica y atenta, y en ese acto de encuentro con el texto, el tono, la historia, se teje algo colectivo porque a través de su disenso aparecen otras voces -la de su mamá, su papá, su tío, una amiga- que le imprimen a la historia trágica una forma de mirar diferente, que impregnará sobre Nati.
«Romeo y Julieta y yo» inaugura la colección Lluvia de la editorial Cúmulus Nimbus, dedicada a literatura juvenil. Desde la sensibilidad y el humor, la novela viaja al nazismo, reflexiona sobre los vínculos afectivos y amorosos, y a través de Nati pone el foco en los pliegues infinitos con los que se puede mirar una misma cosa, volver a interpretarla para cambiar el punto de vista y redescubrir los secretos y las historias que se asoman cuando hay lugar para la escucha.