Un enorme sistema de tormentas que provocó fuertes vientos y tornados se abrió paso en el sur de Estados Unidos este jueves y dejó por lo menos siete muertos en Georgia y Alabama, donde un huracán dañó edificios y arrojó autos a las calles del histórico centro de la ciudad de Selma.
Las autoridades dijeron que el viernes se obtendría una imagen más clara de la extensión del daño y la búsqueda de más víctimas, cuando se esperaba que las condiciones mejoraran. Después de que la tormenta comenzó a amainar el jueves por la noche, decenas de miles de personas se quedaron sin electricidad en los dos estados.
En Selma, una ciudad grabada en la historia del movimiento por los derechos civiles, el ayuntamiento utilizó luces de teléfonos celulares mientras realizaban una reunión en la vereda para declarar el estado de emergencia.
Seis de las muertes se registraron en el condado de Autauga, Alabama, 66 kilómetros al noreste de Selma, donde se estima que 40 casas resultaron dañadas o destruidas por un tornado que abrió un camino de 32 kilómetros a través de dos comunidades rurales, dijo Ernie Baggett, director de manejo de emergencias del condado.