El despacho de Andrés Larroque está casi vacío. Pareciera que hubiese asumido hace pocas horas al frente del ministerio de Desarrollo de la Comunidad, una de las carteras más calientes del gobierno bonaerense, en especial en momentos de crisis.
No hay fotos con líderes políticos en las paredes. No hay libros en bibliotecas que ostenten vanidades intelectuales. Apenas una computadora apagada, una planta olvidada en un estante y un portaútiles escolar con el escudo de San Lorenzo. El «Cuervo» es un hombre de territorio y sus horas en el despacho se acotan a reuniones impostergables.
Asegura que apenas la pandemia les dé un respiro para pensar en gestión buscará dotar de recursos a los programas históricos de ese ministerio. En una de sus primeras reuniones como ministro recibió a Hilda «Chiche» Duhalde, quien colaborará con el gobierno. Con ella buscará actualizar el programa de manzaneras creado en 1994.
De cara a los próximos meses alerta sobre los niveles de pobreza que dejará la pandemia. «Habrá nuevos pobres, sectores que ya venían golpeados y que se van a sumar a la franja de pobreza», dice.
Sin embargo se autodefine como optimista, con una mirada trascendente de la vida. «Creo que estas son pruebas de la vida. No nos podemos quedar con una interpretación lineal de la pandemia. Este tiene que ser un punto de inflexión para la humanidad y para la Argentina», dice.
¿Cuál es la situación social en las villas y asentamientos de la provincia de cara a este nuevo tramo de la cuarentena?
En términos sociales hubo una decisión, tanto de Alberto (Fernández) como de Axel (Kicillof), de asistir desde el inicio de la gestión a aquellos sectores que estaban más postergados. Me parece que se pensó un conjunto de políticas que tendieron a contener esa demanda urgente. En el caso de Nación a través de la Tarjeta Alimentar y acá en la provincia con el refuerzo del Sistema Alimentario Escolar (SAE) que lo aumentamos de 1.000 millones de pesos mensuales a 2.500 millones.
Despúes llegó la pandemia y el confinamiento y con el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) se terminó de completar un sistema de emergencia muy importante al cual hay que sumarle la Asignación Universal por Hijo y lo que se llamará Potenciar Trabajo que también es otro instrumento de Nación que llega a los barrios populares. Es un conjunto de políticas que se definieron rápidamente y que ayudan a generar un colchón.
Por supuesto que no es suficiente, pero existe un margen de contención que hoy nos muestra una situación relativamente contenida. Después, creo que existe un fenómeno nuevo que tiene que ver con sectores medios que están más golpeados por la pandemia y la parálisis económica y que terminaron asistiendo a ciertas demandas que hasta ahora eran de otro sector. Eso es un fenómeno distinto.
¿Se puede cuantificar ese sector o detallar algunas características?
Se trata de sectores que no están acostumbrados a plantear que necesitan mercadería o alimentos. Eso es un fenómeno muy nuevo. También de la Cultura o actividades públicas, también sectores monotributistas o autónomos que tienen la actividad paralizada. Para ellos se están desarrollando algunos instrumentos que sirven para paliar la situación, pero el parate es muy fuerte como para decir que están bien.