17 de Agosto
Hoy se cumple un nuevo aniversario del deceso del Libertador de América, conocido en nuestro país como el “ Padre de la Patria”.
José de San Martín nació el 25 de febrero de 1.778 en Yapeyú, Corrientes.
Realizó su carrera militar en España y tras alcanzar el grado de teniente coronel y servir varios años en el Ejército español, regresó a la Argentina y se puso al servicio de la independencia de las Provincias Unidas del Río de La Plata.
Su liderazgo creció rápidamente, primero al mando del Regimiento de Granaderos y luego en la Jefatura del Ejército del Norte. En 1.817 se produce un hecho histórico con el Cruce de los Andes.
Comandó las batallas de Chacabuco y Maipú, consiguiendo la liberación de Chile en manos de España. Atacó el centro del poder español en Sudamérica, ubicado en Lima y en 1.821 logra la independencia de Perú. Un año más tarde, San Martín se reúne con Simón Bolívar y le entrega parte de su ejército para que continúe con la liberación de Perú, reunión conocida como “La entrevista de Guayaquil”, un encuentro entre dos referentes.
Al regresar a Buenos Aires, se encuentra con las luchas internas entre unitarios y federales. Decide volver a Europa donde se dedicó a escribir sobre sus ideales educativos.
Falleció el 17 de agosto de 1.850, en su casa en Boulogne Sur Mer ( Francia ) .
Sus restos fueron repatriados en 1.880, conforme a su voluntad, “desearía que mi corazón fuese depositado en el de Buenos Aires”. Actualmente descansa en un mausoleo construído dentro de la Capilla Nuestra Señora de la Paz.
La otra cara del 17 de agosto
Durante el Gobierno del Presidente de Facto, General Edelmiro J. Farrell, se tomó la decisión de realizar un Homenaje al «Soldado Desconocido de la Independencia».
Para llevar adelante ésta reivindicación tan importante, se designó al Ministro Juan Domingo Perón, la organización del acto.
Los agregados militares de Chile, Bolivia, Perú y Ecuador, con la venia de los respectivos embajadores, realizaron las gestiones ante los gobiernos de las citadas repúblicas. Se reunieron e incineraron restos de los caídos en los campos de batallas de: Chacabuco, Cancha Rayada, Maipú, Pichincha, Ríobamba, Junín, Ayacucho, Suipacha, Sipe Sipe y Cerro de Pasco.
Los restos del Perú y Ecuador se reunieron en Chile para ser entregados en El Plumerillo en Mendoza. Los restos de Bolivia se recibieron en La Quiaca y se unieron con los caídos en las batallas de Salta y Tucumán en los combates a las órdenes de Güemes trayéndolos por Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, San Juan y Mendoza. Se deseaba entregarlos al pie del Cristo Redentor en los Andes, pero la estación invernal no lo permitió.
Montevideo aportó sus sagradas reliquias.
Se le sumaron restos de Granaderos caídos en San Lorenzo. E inclusive la Armada aportó gloriosas reliquias de marinos desconocidos, sepultados en Martín García.
De las batallas o combates en donde no pudo recuperarse ninguna osamenta, se extrajeron algunas paladas de tierra del Campo de Batalla.
Se incineraron todos esos sagrados restos y fueron colocados dentro de una Urna confeccionada con el bronce de un cañón de la Independencia.
Esa Urna cargada con tanta gloria, viajó desde Mendoza a Buenos Aires en el Tren Presidencial, custodiada por un piquete de Granaderos a Caballo.
En cada pueblo por donde el tren pasaba, la urna fue descendida, para que fuese venerada por el pueblo reunido en cada estación.
Cuando todo estuvo listo, al llegar a la Capital, cien antorchas llevadas por la gente iluminaron la noche del homenaje y quedó una de ellas encendida desde entonces, la antorcha de la Argentinidad custodiando y enmarcando este homenaje que se hizo en las puertas de la Catedral Metropolitana, en Buenos Aires, cuna de la Revolución.
Por decreto Ley Nº 12.387 se instituyó desde aquel 17 de agosto de 1945 el día del Libertador y del «Soldado Desconocido de la Independencia» que inmolara su vida por la Libertad e Independencia de su Patria.
Desde entonces el Soldado Desconocido y el General San Martín comparten el mismo Mausoleo.
La urna lleva la siguiente escritura:
«SOLDADO DESCONOCIDO DE LA INDEPENDENCIA. DIO TODO A LA PATRIA, Y NADA LE PIDIÓ«
Ahora bien, el General José de San Martín fue una pieza fundamental en la construcción de la identidad nacional, rememorar su vida en cada aniversario de su muerte es recordar y volver a nuestra esencia como país en la edificación continua de una Patria justa, libre y soberana.
Nos dejó un gran legado…el ejemplo de lucha incansable por la libertad de nuestros pueblos, y no sólo eso sino que sembró la semilla del pensamiento de trascender tanto como personas y como sociedad.
Físicamente ya no está entre nosotros, pero su espíritu de justicia vive en nuestro pueblo como una llama que nunca se apaga.
José de San Martín, máximo prócer argentino y Libertador de Argentina, Perú y Chile.
Nuestro homenaje a un verdadero Patriota