Ayer, se produjeron incidentes y distintos episodios de violencia durante el velorio de Diego Maradona en la Casa Rosada. Mariel Dilenarda, periodista acreditada en la Casa de Gobierno, dialogó hoy con Marcelo Longobardi en el ciclo radial «Cada Mañana» y aclaró que ayer no se arrojaron gases lacrimógenos dentro de Balcarce 50. Por otra parte, se refirió a la vicepresidenta, Cristina Kirchner y aseguró: «Nadie de la prensa tenía la confirmación de que Cristina iba a asistir al velatorio».
Acerca de la organización de la ceremonia y la posibilidad de prolongar el horario para que los fanáticos puedan ingresar a la Casa Rosada y darle el último adiós a su ídolo, la comunicadora aseveró: «No había manera de convencer a la familia de Diego de extender el horario» y precisó: «Pudimos saber después que primero había hablado Alberto (Fernández), después había hablado (Santiago) Cafiero, luego había hablado (Miguel Ángel) Cuberos y por último, Máximo Kirchner, todos ellos tratando de convencerlas de extender el horario».
Luego llegó Cristina Kirchner, y según indicó la comunicadora, también intentó convencer a la familia de Diego de alargar el horario. «Cristina le toma las manos a Claudia (Villafañe), con una de sus manos y el dedo índice señala hacia atrás mientras hablaba. Y yo dije la está tratando de convencer porque señaló con el dedo como diciéndole la gente que está afuera», detalló.
Además la profesional confirmó que cuando arribó la vicepresidenta a la Casa Rosada se cerraron todos los accesos por un tema «de seguridad» y remarcó: «Cuando se vuelven a abrir las puertas esto se desborda y la gente se mete. Todo se desmadra y la gente empieza a saltar las rejas. Fue cuando como abrís las puertas de un recital. Se metieron y no había manera de pararlos». Además, explicó que «las vallas estaban siendo sostenidas por personal de la Casa Militar, que no están acostumbrados a que eso pase». Sin embargo, aclaró que «por suerte después se desalojó el lugar de la mejor manera».
Si bien la periodista sostuvo que a su entender «la gente no iba con idea de romper la Casa de Gobierno» sino con el propósito de «despedir a su ídolo», manifestó que en un momento, ella pensó que «iban a tirar el cajón», ya que según describió, se mezclaba un clima de «congoja» con situaciones propias de «la cancha». Para concluir, acerca del trato entre Cristina Kirchner y Alberto Fernández, Dilenarda subrayó: «La vicepresidenta hablaba todo el tiempo con Claudia y la familia. Luego, se retiró al despacho de Wado de Pedro«.